martes, 2 de septiembre de 2008

UNA CASONA CON HISTORIA



¿Casona?, ¿Rancho?, ¿Palacete?.
De todo un poco. Su imponente estructura con aledaños jardines y primorosas rejas fue, en años pasados, un hermoso adorno en la primera cuadra de la calle García Y García. Ahora amurallada y escondida, no se adivina sus lejanos antecedentes. Sigue siendo el local de un colegio, el “TACNA” y en sus aulas,jardines y patios deben resonar alegres voces y risas infantiles y juveniles, pero entonces- … cuando fuimos las alumnas del Centro escolar 445 las primeras en disfrutar de un sitio bonito, dedicado a ser “nuestro colegio”, era una delicia recorrer sus enormes habitaciones convertidas en aulas, subir por las relucientes escaleras, pasear por los jardines, aspirar el perfume de las magnolias de los altos árboles que llegaban hasta el segundo piso y curiosear por las ventanas asustante sotano.

Casa con historia, se dice que fue construida con fina madera importada por don José Cornejo, alcalde de Barranco a principios de siglo. El edificio central cuadrado de dos pisos, mostraba encaje de madera en las galerias que rodeaban los altos, rematando de un mirador que , en otros tiempos, tuvo morisca media luna como veleta. El sótano albergó una enorme cave para añejar el vino echo con uva pisada en el propio lagar, levantado en uno de los patios, en donde había lugar a caballerizas y cocheras.

En 1907 habitaba en ella doña ADELA VARGAS DE DEVESCOVI, dama iquiqueña, viuda del salitrero italiano José Devéscovi, quien fue anfitriona de lo que el escritor Eduardo Calvo denomino “Sarao Inolvidable”.

SARAO INOLVIDABLE
Años antes de que cuatro aristocráticos niños barranquitos organizaran el primer baile de disfraces en el Parque, fue ofrecido otro que se recuerda hasta ahora como la fiesta particular más distinguida, prolongada, original y suntuosa jamás realizado en Barranco.

En la caprichosa casona construida a filo del siglo pasado por el prestigioso vecino- que tuvo antes el tranvía de caballos entre barranco y chorrillos y que fue el alcalde del distrito- don José Cornejo-, en las manzanas que hoy forman las calles García y García, Luna Pizarro, Vigil y Dávalos y que ocupa la I.E. “TACNA” se inició un sábado de carnaval, alla por 1907, y se prolongó durante una semana, aquel baile memorable.

Con boato renacentista y cortesanía del diciocho, la esplendida oferente ilumino su residencia para el baile con hachones y autenticos farolitos chinos importados vía París;instaló un renovado sin cesar ambigú, poliglota y cosmopolita, con potajes criollos inclusive y rociado de champaña y vinos exquisitos tendió generosa por todo el ambito hogareño amplios ,mostradores colmados de serpentinas de papel de seda, polvos de oro, talcos ,odorantes y finisimos chisguetes de Roger& Gallet, para que sus invitados usaran los pertrechos con grandeza alegre y dispendiosa con tiempo y con espacio.
Duquesas, odaliscas, colombinas, egipcias, princesas y gitanas, danzaron enmascaradas, sornirentes, perfumadas e incesantes con misteriosos dominos, mosqueteros embozados y gentiles caballeros, con pechera almidonada y frac, desde la prima noche hasta rayar las albas repetidas; en tanto tres orquestas se turnaban, sin perder un instatnte desgranando agiles notas de mazurca, valses, polcas,polonesas y shottis
Fuera del recinto, pegando las narices a la verja, innumerables curiosos de toda condición social, comentaban el fastuoso espectáculo entre admirados y envidiosos.
Trasladarse de Lima a los Balnearios no era como ahora, problema de multitud pero si de escasez. Los paraderos del tranvía quedaban muy alejados del campestre opunto de la fiesta y los trenes a chorrillos pasaban por barranco a horas fijas, el último a las 8.00 pm.
La gentil castellana salvó la dificultad fletando un convoy que partio de Lima a las nueve de la noche, trayendo a sus invitados. Que llegaban a casi medio millar de parejas de la mejor sociedad capitalina. Al siguiente día de regreso ,el expreso salió de Barranco al meridiano, con los coches vacios, pues el baile continuaba.
Para hacer las cosas en redondo, perfectas y cabales, la Sra. Devéscovi habia comprado un terreno – “El Cafetal”- fronterizo a su casa e hizo abrir un pasaje recto a la avda Bolognesi,dando al sitio preciso donde ahria detener al tren, especialmente para que descendieran sus huéspedes, evitandoles las molestias de caminar más de cien metros en el campo.
Los barranquitos contemplaron durante mas de 30 años aquel pasadizo solitario, inexplicable, esperando que alguien lo atraviese, una vez más siquiera, sin lograrlo. (Del Libro era una vez Barranco de Eduardo Calvo)

La casona tendría algo más de 40 años cuando llegamos “cual bandadas de paloma”. Rumores de antiguos barranquitos señalan que fue sucesivamente ganada y perdida en juegos de cartas ¡Qué manera de jugar! ¿Cómo llegaria a ser propiedad del Gobierno? Eso se vera mas adelante…
El caso es que nuestro quinto año de primaria fue seguido en tan bonito local, donde recuerdo que celebramos con bombos y platillos la fiesta de primavera en que salio elegida como reina Victoria Berdejo. Celebraciones inocentes con coronación, desfile por los jardines del colegio y paren de contar.

Pero no sólo momentos felices pasamos en esta casa. Tuvimos una real tragedia que debe haber marcado la memoria de todas las que fuimos espectadoras. Fue en una tarde. Corria mucho viento y coincidio con un ruido extraño que paso de un avión ¿Quién sería la primera en gritar temblor, temblor?.. nunca se supo. Pero en un instante se sintió como un solo grito, un solo aullido , lo que salía de cientos de chicas, corriendo desesperadas y removiendo la estructura dela antigua casa.
María Eugenia Mora, nerviosa niña, no soportó el susto y subiendose a la baranda se arrojo desde el segundo piso, cayendo en las gradas del sótano. Todavía la recuerdo , como si se hubiese echado boca abajo en la escalera, mandil blanco, que dejaba ver una falda oscura, medias negras recogidas y destacando la blancura de sus piernas. ¡Recuerdo inolvidable!
El viejo colegio, otrora mansión de acaudaladas personas, sigue alli , flaqueado por otros antiguos ranchitos de oxidadas rejas, cada uno con su propia historia, en un sector de Barranco menos conocido
Elvira de Gálvez- Lima, Domingo 7 de abril de 1991 El Comercio.
Bueno solo me cabe decirles, que para mi el encontrar evidancia de la historia de la casona de mi colegio es un enorme placer por lo que les transmito de a pocos todo lo que me llega, más adelante veremos más sobre la Hermosa casona de Barranco, Patrimonio Nacional del Perú.

Hypatya forever